miércoles, 16 de octubre de 2013

Alejandra Pizarnik y sus diarios

Alejandra Pizarnik 
El dolor, la melancolía, el miedo, la angustia, serán constantes en sus diarios “Sueño con una infancia que no tuve y me reveo feliz –yo, que jamás lo fui - . Cuando salgo de estos ensueños estoy anulada para la realidad externa y actual. Jamás hubo tanta distancia entre mi sueño y mi acción”.

A través de un recorrido tendencioso por los pasajes laberínticos de la poeta, Alejandra Pizarnik, podemos entrever la subjetividad del artista que se escapa por las rendijas de la realidad, y se instala en el ensueño mágico del arte.


La vida como espacio poetizado – como poética misma- donde la existencia cobra sentido cuando se hace lírica. En Alejandra un rechazo absoluto y natural hacia todas aquellas cosas que se vuelven paulatinamente sistemáticas. La decisión de romper el hilo que nos sujeta a una realidad, angustiosa, terrena y melancólica le permite elaborar su técnica, su propuesta estética. La lectura pues, como factor determinante en la construcción de su vida, la forma de escape, y la decisión consciente de dirigirse por los pasajes que ella quiere transitar, esquivando los momentos que le impiden acercarse hacía sus verdaderos motivadores, e incitadores de su respectiva formación artística – formación indisoluble de la vida misma - Donde su CARÁCTER, se inclina de forma intencional hacia lo que quiere ser , el vínculo con su personaje literario, su mascarada donde impone su ficción para mostrarse al mundo.

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