De esta manera es que Mario Sánchez consigue entablar un diálogo con sus autores referentes que le permitirán por último elaborar una síntesis de su discurso para que posteriormente se articule a la representación teatral .
También destaca que tanto “el cine, la música y lo pictórico le permiten establecer una movilidad creativa” una concatenación artística que servirá para cimentar su trabajo, alejado de lo banal y lo inmediato en términos constructivos . La mixtura de las formas estéticas a las que recurre Mario, están siempre ligadas la pregunta inicial, que direcciona el rumbo de una construcción estética, que se empieza a hacer a través de tanteos aparentemente azarosos.
El dramaturgo plantea que su principal metódica creativa a sido siempre la literatura, su cercanía y su contacto con la misma le han permitido abarcar los mundos inasibles, narrarlos y volcarlos, una vez comprendidos, en otro lenguaje distinto – el teatral – Considera como estéticas predominantes y proposicionales dentro de su obra a Juan Rulfo, del que logra extraer y vehicular por su historia la ausencia del padre – como sujeto social, político –; de Jean Paul Sartre destaca y conecta con silencios de Bahareque, lo inevitable de las decisiones en la vida y cómo los acontecimientos están supeditados a las mismas
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